Our Tears
Have you ever cried so much but you weren’t exactly sure why you are crying? Or maybe you do know why you are crying but you didn’t expect to cry that much over it. Sometimes we feel this hurt, sadness or mixed emotions that just leave us wanting to cry. Sometimes we cry because we feel helpless in a situation and we feel that it is all we can do. Now, crying does have some benefits. It helps to relieve and let out those things we hold onto and in, it can also release some stress. Some studies show crying is a form of self soothing, aides in sleep, fights bacteria and improves vision. However some look at it as a sign of weakness. While others see it as something pointless because it changes nothing. It doesn’t matter how we look at it or interpret it, God cares about our tears. Listen to this verse:
You keep track of all my sorrows. You have collected all my tears in your bottle. You have recorded each one in your book.- Psalms 56:8 (NLT)
Even the very tears we cry Christ safe guards them. Little things in life may bring little tears and big things in life may bring big tears. Some of our tears come because of joy and others because of heartache. But no matter the reason behind the tears or how little or much we cry, God cares. Just as He has numbered the hairs on our heads and can tell us which ones fall out. So He reads our tears and places them in a bottle.
Brothers and sisters God sees your pain, your sorrow, your heartbreak and it does not go unnoticed. He has not forgotten you, He sees you, He cares about you, and He will vindicate you. Every part about you is important to Him. He promises us in (Rev. 21:4a) to one day wipe away every tear from our eyes. Stand on that promise, remind yourself daily, repeat His word over yourself. Our tears matter….especially to Him. You are loved.
¿Alguna vez has llorado tanto pero no estabas exactamente seguro de por qué lloras? O tal vez sabes por qué estás llorando, pero no esperabas a llorar tanto por eso. A veces sentimos este dolor, tristeza o emociones encontradas que nos dejan con ganas de llorar. A veces lloramos porque nos sentimos impotentes en una situación y sentimos que eso es todo lo que podemos hacer. Ahora, llorar tiene algunos beneficios. Ayuda a aliviar y dejar salir aquellas cosas a las que nos aferramos y qué tengamos adentro, también puede liberar algo de estrés. Algunos estudios muestran que el llanto es una forma de calmarse a sí mismo, ayuda a dormir, combate las bacterias y mejora la visión. Sin embargo, algunos lo ven como un signo de debilidad. Mientras que otros lo ven como algo sin sentido porque no cambia nada. No importa cómo lo miremos o lo interpretemos, a Dios le importan nuestras lágrimas. Escucha este verso:
Tú llevas la cuenta de todas mis angustias[a] y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro.- Salmos 56:8 (NVT)
Incluso las mismas lágrimas que lloramos, Cristo las guarda. Las pequeñas cosas en la vida pueden traer pequeñas lágrimas y las grandes cosas en la vida pueden traer grandes lágrimas. Algunas son lágrimas de alegría y otras de angustia. Pero no importa la razón detrás de las lágrimas o cuán poco o mucho lloremos, a Dios le importa. Así como Él ha contado los cabellos de nuestra cabeza y puede decirnos cuáles se caen. Así Él lee nuestras lágrimas y las coloca en una botella.
Hermanos y hermanas Dios ve vuestro dolor, vuestra pena, vuestro desamor y no pasa desapercibido. Él no te ha olvidado, Él te ve, Él se preocupa por ti y Él te reivindicará. Cada parte de ti es importante para Él. Él nos promete (Ap. 21:4a) que un día enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Párate en esa promesa, recuérdalo a ti mismo diariamente, repite Su palabra sobre ti mismo. Nuestras lágrimas son importantes… especialmente para Él. Eres amado.